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sábado, 3 de octubre de 2020

Porque al fin y al cabo, somos los que somos y estamos los que estamos.

 A modo de breve presentación o bienvenida, sirviendo de precedente para otros futuros bloggeros de actividades físico-deportivas, diremos que es todo un placer el poder adentrarnos y disfrutar de este espacio virtual, a través del cual compartir conocimientos, relatos u opiniones. De hecho, nos causa gran admiración el creciente interés por parte de una gran mayoría de compañeros y alumnos, ante esta innovadora iniciativa. Es evidente, que a pesar de desconocer gran parte del contenido de la asignatura y de tener mil dudas e interrogantes al respecto, algo hace que la respuesta global esté siendo de lo más favorable. No obstante, esperamos que todas esas incógnitas que se van formulando hoy en muchas de nuestras mentes pensantes, a lo largo del curso vayan teniendo algún sentido más allá de lo superficial y evidente.
Sin más dilación, nos gustaría poder aportar a esta asignatura lo que esperamos recibir de ella.

Ahh, y recordad que El club de los poetas vivos quiere, espera y desea que hagáis del movimiento vuestra vida, y de la vida un constante movimiento.

sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Despedida al blog?

He de reconocer que al principio La Educación del Movimiento me parecía rara, difícil de entender, no le veía aplicación hacia un futuro… pero con el tiempo y el trabajo los temas y cuestiones tratadas (interesantes, adecuadas, suficientes y útiles) han ido asimilándose en mi cabeza. Es así, que ahora entiendo el objetivo de esta asignatura: Por mi parte, el hacernos ver a los futuros educadores la importancia que vamos a tener en nuestra profesión, así como el modo en que eduquemos o dejemos de educar.

Por ello pienso que esta asignatura ha tratado más la cuestión sobre “saber como”, más que de “saber algo”, de “mañana haré”, más que de “comprensión” (Arnold). Una asignatura que, fuera de una cancha, he sentido práctica. S

Como diría nuestro profe Víctor… ¡Muy interesante!

                                                                                                                                       Gracias




Mi cambio

En el dibujo de principio de curso dibuje una de las prácticas que tuve en su día en E.F. en el colegio, cuando nos hacían saltar en altura y longitud un par de bancos previos a un quitamiedos. Destaqué lo que más me gustó de aquellas prácticas.

En el dibujo actual, en cambio, trato de reflejar el método que seguíamos en las clases, donde cada alumno teníamos una ubicación adecuada (con nombre y apellido) en el gimnasio: “los puntos”. Ahí comenzábamos a calentar siempre igual, siguiendo el ritmo de un tambor que parecía interminable (duró dos años): el mismo método, la misma disposición, el mismo profesor… siempre igual: calentamiento estático en los puntos, disposición en filas hacia la realización de una o dos tareas, y 10 min antes de terminar, vuelta a “los puntos” a realizar un dibujo de lo que nos había parecido la sesión. Solo éramos “puntos”, “monigotes” que decía “él”. No me motivaba nada la E.F. en su momento, y de ahí la simpleza del dibujo.

Lo que intuyó en mí con este cambio en los dibujos es el paso de mi anterior visión en “qué aprendí” a mi actual visión en (creo que algo más importante, fruto de la Educación del Movimiento) “cómo aprendí”. S
          
        Antes                                                                                                     Después

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Sabemos educar a nuestros hijos?

Haciendo un poco de enlace con los temas anteriores, he rescatado este debate de un programa de cuatro llamado "Comecocos", muy interesante y actual.
Os recomiendo el programa, pues tratan temas de vanguardia y a veces relacionados con la asignatura, que como muestra el nombre del programa, puede hacer que "os comais el coco" y os hagan generar nuevas ideas. S


Hacer click en la imagen para abrir la página del programa. el video del debate. Ahí, debereis seleccionar el programa 9, parte 2. El debate del que os hablo se encuentra entorno al minuto 5 y medio

sábado, 3 de diciembre de 2011

¿Cómo innovar hacia el cambio? Las buenas ideas

En relación a la pregunta del tema Ética y cambio ¿Cuál es el rumbo del cambio? ¿Hacia donde hay que cambiar? ¿Cómo se puede avanzar en ese camino?

Adentrándome en el blog de Carmenchu (Creciendo en la entrega) he hallado el siguiente VIDEO, el cual me ha hecho entender la importancia que tiene el compartir nuestras ideas y conocimientos con nuestros alumnos, y que ellos también hagan lo propio con la clase. Además, creo que este es uno de los objetivos de “La Educación Prohibida , el dejar que los alumnos nos guíen, fruto del intercambio de ideas y conocimientos
Para mí, la clave será la búsqueda por crear educadores, a mi entender, personas capaces de crear ciertos climas en clase que promuevan este intercambio y suma de “corazonadas” para llegar a una gran idea, que cada vez se haga más “gigante”.

Entenderéis esto último viendo el video. De veras, os lo recomiendo. Me ha inspirado mucho. S


Accede al video haciendo click en la imagen

viernes, 2 de diciembre de 2011

Todo esfuerzo, tiene su recompensa...


Permitidme que intente transmitiros y haceros llegar, en la medida de lo posible, un pedacito de mí, algo que la gran mayoría de vosotros desconoce pero que por el contrario forma parte de mi historia; de un pasado no tan lejano.
Es evidente, que como toda persona hoy aquí reunida, la infancia, pubertad y pre-adolescencia transcurrieron en gran parte dentro del ámbito escolar y educativo. Concretamente, en estas etapas  es  dónde quiero centrar mi argumentación, y la quiero centrar haciendo referencia al prototipo de clase de primaria o secundaria, esa en la que todos hemos vivido; en la que podíamos encontrar desde el alumno ejemplar que anotaba en la pizarra el mal comportamiento de sus compañeros en ausencia del profesor, el repetidor abusón e impulsor de malas conductas, pasando por aquella alumna sobresaliente abatida y desconsolada por una calificación de notable alto, sin olvidar por supuesto, aquel compañero rechonchete y graciosillo que amenizaba alguna que otra de las clases, sin importarle las consecuencias siquiera.
Es precisamente, en este último prototipo de compañero en el que me gustaría hacer hincapié en este relato; y no ya por la ejemplificación dada en el párrafo anterior, ya que, que fuera gracioso o no es lo de menos, sino porque lamentablemente a día de hoy se calcula que en el mundo hay más de 42 millones de niños con sobrepeso, de los cuales 35 millones se localizan en los países desarrollados.
Ante tales estrepitosas cifras, se hace evidente la razón por la que los niños suben de peso y eventualmente se hacen obesos, apuntando  directamente al acusado sedentarismo y al incremento de las comidas más allá de sus necesidades.
Pero, ¿Qué hacemos para remediarlo? O ¿Hasta dónde hay que llegar para lograr una concienciación global?

En mi caso en concreto, la predisposición genética no acompañaba, pero siendo realista, tampoco lo hacían mis hábitos en el día a día, ni tan siquiera el tipo de alimentación. No obstante, yo vivía con ello como cualquier ciudadano, cualquier hijo de vecino, o cualquier compañero más; en ese momento, no era consciente de mis limitaciones aunque se evidenciaran en centenares de ocasiones, es más, me atrevería a decir que lo que no era capaz de hacer o realizar, me hacía creer que era por voluntad propia y no porque no lo pudiera hacer realmente. Como supongo que le habrá pasado, le pasa y le pasará, a millones de niños/as en esa situación.
No obstante, tal vez fruto de la explosión hormonal del momento, o coincidiendo también con la acusada etapa del cambio ideológico sobre el cuerpo, asumí dicho problema e hice todo lo posible para ponerme en manos de profesionales en esta materia, ya que nadie de mi entorno veía la magnitud del  problema, tal y como yo. En este caso, una endocrina fue la encargada de llevar mi seguimiento,  que junto a mi sacrificio y fuerza de voluntad, solo tardé a penas medio año en estar en mi peso ideal.
Sin embargo, con el paso del tiempo me doy cuenta que la clave del éxito no estuvo en aquel tipo de dieta de 1.500kcal diarias, ni siquiera en las amenazas y restricciones de aquella doctora con cara de pocos amigos…  Sino, en mí mismo, en haberlo asumido a tiempo y querer poner fin a ese problema a cualquier coste.
Pero nada de esto tendría sentido, si no hiciera referencia al importante papel de la Actividad Física, y de qué manera cambió mi vida.
Es por ello, que el haber pasado por ahí, el poder contarlo hoy aquí, y lo que es más importante, el poder transmitir a futuros educadores del movimiento, un problema con el que van a tener que combatir y la importancia que realmente tiene dentro de nuestro ámbito profesional y educativo, me llena de orgullo y de satisfacción; y creerme de veras que es un gran honor el formar parte de la generación 2010-2014 de la Facultad de Ciencias y la Actividad Física y el Deporte de la ciudad de Valencia.
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domingo, 27 de noviembre de 2011

"Prefiero sentir llena el alma y no el estómago"

Este Artículo proviene originalmente de la siguiente dirección:
http://comunidad.terra.es/blogs/nuevolimpo/archive/2006/11.aspx  aunque nosotros lo encontramos en el periodico digital http://www.libertaddigital.com/ ya que nos pareció muy interesante para seguir "nutriendonos" a cerca del tema "el culto a la delgadez" pues nos parece muy apropiado.

En pleno siglo XXI una epidemia se ha extendiendo entre la sociedad, y afecta sobre todo a adolescentes. Esta legión de personas se va incrementando peligrosamente. Se trata de una obsesión moderna por la perfección del cuerpo, es la nueva "epidemia del culto al cuerpo".
Esta plaga de la búsqueda de la perfección tiene distintas formas de manifestarse. Hay trastornos de tipo alimentario como la Anorexia y la Bulimia nerviosas, que vienen de la mano de la denominada "cultura de la delgadez". Otra como la Vigorexia es una obsesión en torno al culto del músculo. La dismorfia corporal conlleva una obsesión reiterada por alguna parte del cuerpo, aunque no exista ningún defecto.



Todos estos trastornos comparten varios síntomas en común, desear una imagen corporal perfecta y distorsionar la realidad frente al espejo. Esto ocurre porqué en las últimas décadas, ser físicamente perfecto se ha convertido en uno de los objetivos principales de las sociedades desarrolladas. Es una meta impuesta por nuevos modelos de vida en los que el aspecto parece ser el único sinónimo válido de éxito, felicidad e incluso salud.



Es abrumador el número de personas que desearían estar en el "cuerpo de otro". Según los expertos en psiquiatría desear una imagen perfecta o casi perfecta no implica padecer una enfermedad mental, sin embargo aumenta las posibilidades de que aparezca.



Y es en la adolescencia, cuando este tipo de obsesión se está convirtiendo en una pesadilla, ya que con una personalidad aún no configurada ni aceptada, con unos medios de comunicación que transmiten constantemente modelos de perfección y belleza, se sienten en la obligación de ser cuerpos "Danone" sacrificando su salud y llegando hasta las últimas consecuencias en sus conductas inadecuadas.



Creo que este artículo comparte que la verdadera belleza se encuentra en nuestro interior y la mostramos con nuestra actitud, independientemente de que nuestra talla sea una 38 o una 58.