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martes, 18 de octubre de 2011

Miedo a la incertidumbre

Cuando tienes miedo de algo, lo primero que intentas es ocultarlo a los demás, en mi caso, soy de los que intentan hacer ver que son fuertes (mas que hacer ver, lo intento aparentar).

Con 21 años he vivido experiencias de todo tipo, muchas de ellas maravillosas, para que mentir, pero muchas otras tan horribles que son indeseables hasta para el peor de los enemigos.

Como el motivo de esta reflexión no es otro que el insomnio que me genera la incertidumbre y el miedo del que antes hablaba, voy a exponeros ciertas vivencias negativas, sin escenificarlas con duros detalles, es decir, lo contaré ‘’un poco por encima’’.

Leyendo conversaciones de chat guardadas en mi ordenador de hace unos 5 meses, recuerdo la amargura que por aquellos tiempos recorría mi cuerpo. Era una amargura parecida a la de ahora, no tan fuerte, y digo parecida porque en estos últimos meses he vivido sensaciones horribles pero que a su vez conforme las iba superando, mi fuerza interior aumentaba, aunque a estas alturas no soy lo suficientemente fuerte como para soportarlas sin inmutarme. 

Pues bien, por allá por los meses de marzo y abril de este mismo año poco a poco iba observando como la figura física y psicológica de la persona más importante de mi vida, poco a poco se iba destruyendo y demacrando a velocidades insospechadas. Para mí todo era una incógnita, mis allegados trataban de ocultarme la realidad (pensando que era lo que más me convenía), pero como cualquier otro ser humano tengo dos ojos, dos ojos tristes, pero que observaban la realidad inocentemente. Una complicada enfermedad estaba pudiendo con una gran persona, nadie de mi entorno sabía lo que hacer para reconducir la situación, todo eran desesperantes incógnitas.

De repente, cuando peor pintaba todo, aparece un rayo de esperanza, un grupo de profesionales se encarga de mantener viva esa incertidumbre dentro de mí y de los míos. Una difícil intervención a tiempo en principio parecía ser exitosa. Pero de la noche a la mañana, (nunca mejor dicho) todo se truncaba y se volvía de un color gris oscuro, casi negro.

Llega un duro trámite, 20 días sin esa persona, debido a que la ciencia y la medicina conseguía mantenerla con vida pero sin consciencia, gracias a las maquinas: El coma inducido era la única solución.

La amargura de ver sus ojos cerrados durante 20 insoportables días es inexplicable, igual de inexplicable fue la sensación de después de ese periodo. Por fin abría los ojos, pero desgraciadamente ese sería el único cambio, ya que sin que nadie supiera el por qué, no podía moverse. De nuevo mas incógnitas e incertidumbres…
Inexplicable fue también la alegría que pude sentir al notar como después de una semana inmóvil, apretaba mi mano con la suya.

A partir de aquí llegan dos meses de "tranquilidad" dentro de lo que cabe. Pero esta tranquilidad no es definitiva, ya que estando casi mes y medio en casa, con su pertinente rehabilitación y el lento proceso de recuperación, unos análisis rutinarios salen alterados y de nuevo, se confirma lo peor. La enfermedad ha vuelto.

Sus fuerzas ahora son menores, pero para algo estamos los suyos, aparte de para sufrir en silencio, estamos aquí para apoyarla, ayudarla y darle toda nuestra energía y fuerza, para que esta nueva incertidumbre sea por fin superada con éxito.

P.D.: Madre solo hay una, nunca dejes de luchar por ella.

Saludos y ánimo para todo aquel que se sienta identificado.



2 comentarios:

  1. Se que mi caso no es tan grave como el tuyo, pero me siento bastante identificado contigo, ya que hace aproximadamente 2 años le diagnosticaron a mi madre un cáncer de mama, por lo que también se lo que significa tener enferma a una de las personas que mas quieres en el mundo y recuerdo el miedo y el frío que me recorrió toda la espalda cuando el médico nos dio la noticia. Yo fui quien la acompañé a que se hiciera la revisión mamaria y la verdad es que ver a tu madre llorar muerta de miedo es algo muy duro y es dificil saber como reaccionar, pero yo intentaba siempre tranquilizarla, porque gracias a dios la medicina con respecto al cáncer a evolucionado mucho. Otro de los momentos duros es cuando ves a tu madre cara al espejo, totalmente calva, y ves en su cara toda esa tristeza e impotencia, pero tu no puedes venirte abajo con ella, tienes que ser fuerte por los dos y ayudarla a salir adelante, así que solo puedo decirte que ánimo y que ya verás como todo se soluciona, suerte y un abrazo.

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  2. Gracias Christian por participar.
    Éste es un tema complicado y no todo el mundo se ve capaz de expresar sus malas experiencias.
    Como bien comentas, lo más importante, y lo único que está en nuestras manos en esos duros momentos, es ser fuerte y transmitir, a esa persona tan importante para nosotros, todas nuestras energías.

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