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lunes, 7 de noviembre de 2011

¿Queremos profesores o tostones?

A continuación les voy a ofrecer un discurso de Jose Manuel, profesor de un colegio de Terrasa:

Cuando te encuentras con un grupo de alumnos que no entienden correctamente el lenguaje que debes utilizar siendo este necesario para impartir tu materia, ¿Qué haces? Necesariamente tienes que colocarte a su nivel y comunicarte a través de eufemismos y ejemplos para que los alumnos puedan llegar a conectar contigo. Esto supone un trabajo considerable en esfuerzo y dedicación.
Si el centro te exige una programación ajustada a la realidad debes cambiarla totalmente, (Mas trabajo!!).¿Y qué sucede? Sucede que si realizas este esfuerzo, el centro no lo valora, los alumnos entienden que éste es tu trabajo ( y lo es), y  entonces, solo quedas tú para valorarte.

                
                ¿A qué se refiere con ésto José Manuel?

Jose Manuel quiere decir que en el tema de la educación, en las aulas es el profesor el que está delante de los alumnos en todo momento, el que ha de hacer llegar al estudiante sus conocimientos, en definitiva, el que tiene la tarea y el deber de conseguir captar la atención de los alumnos y de esta forma conseguir su educación intelectual. He aquí donde conseguimos muchas veces diferenciar entre un buen profesor y uno malo. Uno malo sería aquel que pasaría de todo. Que si sus conocimientos no llegan al alumno, el problema no es suyo, pues va a cobrar igual, que si el alumno suspende, problema suyo será, yo he dado la clase; eso sí, nunca se plantea poder dar él mal la asignatura.

 Sin embargo el buen profesor, es aquel que utiliza la psicología, que motiva a los alumnos e intenta hacerse con ellos cueste lo que cueste, poniéndose incluso a su nivel léxico, se lo reconozca quien se lo reconozca, tenga que trabajar duro o no, el caso es que lo hacen consiguiendo aunque sea el orgullo de saber que dejan los deberes hechos, que cumplen con su propósito y tarea.

Así pues ¿Cuántos buenos profesores hay realmente? ¿Cuántos hemos tenido durante nuestra vida académica? ¿No deberíamos procurar una mayor cantidad de buenos profesores? ¿No deberíamos reconocer el esfuerzo que algunos profesores hacen? ¿Deberíamos al menos llamar la atención a aquellos que no se preocupan más que de soltar el rollo?


                               

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